Iván Jaimes, el recursivo

Foto: El motocarro deja enfrente de las casas las pimpinas de agua de 5 galones.

En Tierra Bomba calman la sed gracias al agua lluvia. En esta isla vine a entender la utilidad e importancia de los recipientes. Cada casa tiene una variedad de tanques, pimpinas, recipientes, totumas, baldes, baldecitos, cocas o "chocoritos" y cada uno almacena un agua diferente: la que está hervida para beber, la que está sucia, la de las manos, la que es para lavar platos o ropa, la del aseo, la de bañarse.

Sin embargo, todas ellas con una característica en común todas están decoloradas rayadas y maltratadas por el paso del tiempo. Es normal encontrar en la entrada de las casas hasta 10 pimpinas llenas de agua, formadas en filas como en un ejercito, a la espera de ser consumidas. Definitivamente los isleños no saben lo que significa girar una llave para abrir el grifo y que de él salga agua potable.

En la casa de Iván Jaimes, nativo del corregimiento de Caño del Oro, ya no se compras el agua embotellada ya hace un buen tiempo , pues aquí sí hay tubería, y no porque tenga el servicio de acueducto o alcantarillado, sino porque Ivan ha ideado la manera de construir su propio depósito de agua con una capacidad de 110 metros cúbicos que llena a partir del agua lluvia. En época de invierno, Iván descubre el techo del depósito que está cubierto con una malla verde, que en el sector de la construcción se le conoce como polisombra.

Iván es un hombre de estatura baja, de barba canosa, ojos expresivos y un poco tímido. Todos los días se levanta muy temprano en la mañana para atender el negocio familiar, una pequeña tienda en la que vende productos de toda clase, desde jabón para la ropa hasta bebidas frías que los isleños y los turistas compran para calmar la sed.

Foto: Pequeña tienda de uno de los corregimientos de la isla.

Detrás de la fachada de su negocio hay una puerta que parece ser la entrada a la bodega de su negocio, pero que al atravesarla conduce a su hogar. Su vivienda es de una sola planta, cuenta con un amplio patio trasero, en donde tiene sembradas algunas plantas y árboles. En este sitio mantiene su lavadora, la cual está conectada con su depósito, cestas llenas de ropa sucia y el tendedero en el que cuelga la ropa mojada.

Por ningún lado se ven en la casa de Iván pimpinas de agua, hace ya varios meses que no las compra. Es de las pocas casas en donde el agua sale por una tubería, que aunque improvisada, en este contexto parece ser un gran lujo. A punta de tubos delgados negros, verdes y blancos, Iván logró conectar todos los electrodomésticos que necesitan agua, como los inodoros, la ducha, la lavadora, entre otros. A pesar de vivir bajo estas condiciones Ivan se siente bendecido por lo que ha podido construir en su hogar, un pequeño sistema de Acueducto que le permite realizar las necesidades más básicas en su casa. Eso si con un gran esfuerzo personal y una alta inversión de dinero, en una función que el Estado está obligado a garantizar.Sobre esta preocupante situación hablo Wilman Herrera, Líder Social del corregimiento de Caño del Oro.

Video: Wilman Herrera, líder social del corregimiento de Caño del Oro.