Madelcy, la emprendedora

Es viernes en la mañana y Madelcy Medrano está preparando la masa para hacer las arepas de huevo que vende en su local, ubicado cerca a la playa turística del municipio de Punta Arenas. Aparte de las arepas, vende empanadas, jugo de naranja, gaseosas y bolsas de hielo, las que más compran los habitantes, debido al calor que hace. Madelcy llena estas bolsas con el agua de las pimpinas que compra diariamente y las vende a 500 pesos.

Sobre las 8:00 a.m. una moto color negra con una especie de carruaje de carga en la parte de atrás pasa por el frente del local, en ella viene Juan Carlos, quien es el encargado de distribuir las pimpinas de agua por todo el municipio. Madelcy le compra díez pimpinas diarias por un valor de 10 mil pesos, las cuales distribuye para el aseo de su casa y para el local.

–¿Qué pasa si no hay cubetas de agua diariamente?

–Se pasa trabajo. Si no hay agua no se puede hacer nada, responde con cara de angustia.

Entre semana trabaja en el local y los fines de semana se dirige a la Universidad de Cartagena, en donde estudia pedagogía infantil. Esta joven de 29 años sueña con terminar sus estudios y trabajar en el colegio de Punta Arenas.

Al pasar por su casa es muy común ver a su mamá realizando ciertos oficios. Doña Matilde es una señora de aproximadamente 70 años, las arrugas de sus manos reflejan el pasar de los años, sin embargo, su voz fuerte y su postura erguida demuestran la energía que aún contiene en su cuerpo y mente.

Foto: Isleño lava sus manos con el agua comprada en una de las albercas.

Cuando se le pregunta a Doña Matilde y a Madelcy por las deficiencias de la isla, puntualmente las del municipio, ponen cara de indignación y empiezan a nombrar un sinnúmero de fallas por parte de la Alcaldía y del Estado. En principio, sostienen que los servicios básicos no han sido instalados del todo, pues aunque cuentan con luz y gas, servicios como el agua aún están ausentes, obligando a los habitantes a comprar constantemente pimpinas de agua, por las que pagan alrededor de 300 mil pesos mensuales.

Este precio es bastante alto para los isleños y “lo más triste es que el agua no es del todo limpia, muchas veces viene mezclada con agua salada, lo que nos ha causado diarreas y enfermedades”, menciona Madelcy.

Al igual que en los otros corregimientos de la isla, el agua es traída por medio de un bongo desde la ciudad de Cartagena una vez a la semana. Lo que sucede con el bongo es que muchas veces por la parte inferior se filtra el agua de mar, lo que hace que el agua potable que está guardada en el depósito de la zona inferior del barco se contamine.

Según Madelcy, la Junta de Acción Comunal ha realizado peticiones para que la alcaldía solucione este tema, sin embargo, “al gobierno no se le ven las ganas, Aguas de Cartagena ha venido varias veces a realizar estudios pero aún no se ha visto nada”, comenta.

Estos estudios de los que hablan los habitantes, realizados por la entidad privada Aguas de Cartagena, han consistido en investigar si el agua subterránea de la isla es apta para el consumo o si es viable instalar una planta desalinizadora. Frente a esta última solución, algunos líderes de la comunidad sostienen que traería más problemas.

foto: Madelcy Medrano trata de rendir el agua para lavar la losa de su negocio.

La casa de Madelcy es una de las pocas que no tiene baldes o canecas en cada esquina, pues ella prefiere comprar el agua que vienen en las pimpinas, sin embargo, Doña Matilde trata de ahorrar al máximo esa agua a la hora de hacer aseo. En el local sucede una situación similar, para lavar los platos, botellas y vasos, Madelcy vierte el agua de las pimpinas en un balde hondo, le vierte jabón y sumerge toda la loza. La restriega y vuelve a sumergir el implemento de cocina en el balde hasta retirarle todo el jabón.

Es muy común que los habitantes de la Isla de Tierra Bomba no desperdicien ni una gota de agua, tratan al máximo de reutilizarla o de recolectar agua lluvia. El agua que beben al día es muy poca y siempre toman del agua que viene en las pimpinas. De hecho, Madelcy, además de comprar el agua que viene de Cartagena, también la hierve para prevenir alguna enfermedad.