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La educación financiera y los derechos de propiedad como elementos para el uso apropiado de los recursos financieros

Título de la revista
Autores
Juárez, Fernando
Useche Arévalo, Alejandro José
Perez-Gomez, Carlos-Hernan

Fecha
2018-09

Directores

ISSN de la revista
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Editor
REDIPE

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Resumen
Las decisiones administrativas se dirigen a obtener resultados financieros e incrementar las utilidades para las empresas y la sociedad, siendo necesaria una educación en la gestión financiera que tenga en cuenta el efecto del manejo de los recursos en el objeto social de dichas empresas. Así, debe tenerse especial consideración en cuanto a los aspectos éticos y la ausencia de sesgo de todos los actores y participantes, y en la vinculación del medio con la gestión universitaria; es decir, en la educación administrativa se debe garantizar que la práctica se realice de acuerdo a los lineamientos de aceptación social dentro del marco ético y la filosofía moral, acompañados de una reflexión moral sobre el propio comportamiento. En el presente milenio se han presentado varios de los más grandes colapsos empresariales de la historia, como los sufridos por Enron, WorldCom, Arthur Andersen, AIG, Lehman Brothers, Bear Stearns y Merrill Lynch, cuyo impacto se extendió más allá del mundo corporativo y contribuyó en gran parte a las crisis financieras recientes, causando una pérdida de confianza en las instituciones financieras y graves detrimentos del bienestar general de la población. A pesar de haberse incrementado el estudio de campos como la responsabilidad social corporativa en los currículos de los programas de pregrado y posgrado, se ha criticado la escasa formación en ética en las escuelas de negocios, donde se señala que existe un énfasis en que los profesionales comprendan los complejos modelos orientados a la maximización de las utilidades financieras, pero sin una dimensión ética adecuada y sin atender a los efectos de sus decisiones en los diferentes grupos sociales de interés. La investigación en ética financiera ha recibido poca atención tanto por parte de académicos de las finanzas como de estudiosos de temas éticos, dando como resultado un bajo interés en las prácticas docentes relacionadas con estos aspectos y un escaso impacto en la práctica profesional; esto es debido al paradigma reinante en las finanzas, el cual excluye los interrogantes normativos y exige el uso de herramientas analíticas y metodologías cuantitativas, bajo el supuesto de comportamientos racionales, libres de juicios de valor. De esta forma, las escuelas de administración se orientaron a la formación en aspectos técnicos, bajo un enfoque de neutralidad en valores privilegiando la efectividad administrativa relacionada con el individualismo, el materialismo y la competencia, para generar riqueza material para las empresas. Sin embargo, a veces las acciones corporativas individuales no consideran el efecto externo de sus decisiones ni las internalizan adecuadamente; así, los problemas administrativos y financieros se acaban relacionando con la toma de decisiones y el control de los recursos y, por lo tanto, con los derechos de propiedad, generándose acciones con débiles bases éticas y ausencia de valores interpersonales, asociadas a una búsqueda individual de los propios intereses y del incremento productivo. Esto puede derivar de una falsa creencia sobre lo que es la propiedad de un bien, producto o servicio, por el hecho de poseer un capital. El derecho de propiedad no permite un uso ilimitado y transgresor de los derechos fundamentales de otras personas, lo que resulta especialmente sensible en el uso de recursos financieros y su impacto en el bienestar de las comunidades. La utilización de los propios recursos no excluye su sometimiento a la deliberación y supervisión social, al igual que ocurre con el intercambio contractual de recursos. Es por esto que uno de los grandes retos de la educación financiera es promover un cambio de paradigma, promoviendo la sensibilización sobre la responsabilidad social de los negocios y la creación de valor bajo estándares de buena conducta, sostenibilidad medioambiental y aporte a los diferentes grupos de interés.
Abstract
Administrative decisions are aimed at obtaining financial results and increasing profits for companies and society, being necessary an education in financial management that takes into account the effect of the management of resources in the social purpose of companies. Thus, special consideration must be given to the ethical aspects and the absence of bias from all the actors and participants, and in the connection of the environment with university management; that is, in administrative education it must be guaranteed that the practice is carried out in accordance with the guidelines of social acceptance within the ethical framework and moral philosophy, accompanied by a moral reflection on one's own behavior. In the present millennium there have been several of the biggest business collapses in history, such as those suffered by Enron, WorldCom, Arthur Andersen, AIG, Lehman Brothers, Bear Stearns and Merrill Lynch, whose impact extended beyond the corporate world and contributed in large part to the recent financial crises, causing a loss of confidence in financial institutions and serious detriments to the general welfare of the population. Despite having increased the study of fields such as corporate social responsibility in the curricula of undergraduate and graduate programs, there has been criticism of the lack of ethics training in business schools, where it is pointed out that there is an emphasis on professionals to understand the complex models oriented to the maximization of financial profits, but without an adequate ethical dimension and without attending to the effects of their decisions in the different social groups of interest. Research in financial ethics has received little attention from academics of finance and scholars of ethical issues, resulting in low interest in teaching practices related to these aspects and a low impact on professional practice; This is due to the prevailing paradigm in finance, which excludes normative questions and requires the use of analytical tools and quantitative methodologies, under the assumption of rational behavior, free of value judgments. In this way, the schools of administration were oriented to training in technical aspects, with a focus on values neutrality privileging administrative effectiveness related to individualism, materialism and competition, to generate material wealth for companies. However, sometimes individual corporate actions do not consider the external effect of their decisions or internalize them adequately; thus, administrative and financial problems are related to the decision making and control of resources and, therefore, to property rights, generating actions with weak ethical bases and absence of interpersonal values, associated with an individual search of own interests and productive increase. This can derive from a false belief about what is the property of a good, product or service, by the fact of owning a capital. The property right does not allow an unlimited and transgressive use of the fundamental rights of other people, which is especially sensitive in the use of financial resources and their impact on the welfare of the communities. The use of one's own resources does not exclude their submission to social deliberation and supervision, the same happens with the contractual exchange of resources. That is why one of the great challenges of financial education is to promote a paradigm shift, promoting awareness of the social responsibility of business and the creation of value under standards of good practices, environmental sustainability and contribution to the different groups of interest.
Palabras clave
Finanzas , Marketing , Educación , Ética , Derechos de propiedad.
Keywords
Finance , Marketing , Education , Ethics , Property rights.
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