El futuro de los comerciantes de perros y gatos en Bogotá

El largo camino que salvó a Saúl

Desde el 6 de enero de 2016 el maltrato animal fue reconocido en el código civil y penal como un delito, y en consecuencia se establece un procedimiento sancionatorio de carácter policivo y judicial. Hoy en día existe la Ley, pero no la regulación de los parámetros en la comercialización.

Primera foto de Bella, una Yorkshire Terrier comprada en Bogotá, el 5 de agosto del 2017. Foto: Luz Ángela
                    Forero.
Marcha de “Yo quiero Colombia sin Toreo y Bienestar Animal”. 1 de octubre del 2017. Foto: Katherin Castro B.

Hay aspectos que se deben empezar a determinar en la compra y venta de animales domésticos, como por ejemplo entender: ¿Quiénes están autorizados para vender?, ¿cuál es la tabla de precios?, ¿cuántas camadas pueden sacar los criaderos a una madre gestante?, ¿cuáles son las instituciones que entrarían a regular el tema?, y ¿debería gravarse con impuestos la venta de animales?

Estas preguntas, se espera, sean solucionadas luego de dos años de la promulgación de la Ley 1774 de 2016, donde los comerciantes tienen que realizar procesos de capacitación y formación para prestadores de servicio de comercialización de fauna doméstica en Bogotá. Su preocupación ahora es que el Distrito garantice que el desarrollo económico de las ventas no se vea afectado mientras entra la articulación de la regulación de lo que implica vender fauna doméstica. Solo en el sector de la avenida Caracas con 57 hay 60 negocios.

Este sector es el centro más visible de compra y venta de fauna doméstica en Bogotá, en este lugar se pueden encontrar perros únicamente de raza Pomerania, Chihuahua, Bulldog Francés, Mini Yorkshire o Toy, Dálmatas, Pastor Alemán, Golden Retriever, Rottweiler, Beagle entre otros. Es el sector más reconocido por la venta de caninos y felinos de la capital.

Durante las diferentes administraciones de las alcaldías se han encontrado varias irregularidades como: dueños que dicen ser veterinarios cuando no lo son; se han reportado denuncias que indican que las condiciones de los animales eran lamentables; denuncias por perros enfermos y con menos de un mes de nacidos que eran comercializados. Esto ha quedado consignado en los informes de aprehensiones que han desarrollado las instituciones policivas y organizaciones protectoras de los animales.

Marcha de “Yo quiero Colombia sin Toreo y Bienestar Animal”. 1 de Octubre del 2017. Foto: Katherin Castro B.

La mala fama golpeó por años las finanzas de los comerciantes en la zona. Los animales morían por ectoparásitos, deshidratación, moquillo, parvo virus y las enfermedades genéticas producto de la exagerada reproducción de las hembras, entre otros.

Rafael Ricardo*, dueño de un negocio de venta de animales de fauna doméstica, de los que abundan en el sector, cuenta cómo en cada local hay descontento por el trato y la mala “etiqueta” que les han puesto las diferentes instituciones que protegen a los animales.

“La normativa que tiene la Secretaría de Salud se empezó a endurecer con la llegada de Petro a la Alcaldía y aunque nunca ha sido simple, en este almacén siempre se intenta cumplir con lo que dicen ellos, pues no cumplirlas generan sanciones o sellamientos”, explica Ricardo, quien ha tenido por cinco años su negocio en la avenida Caracas.

Debido a que ya han tenido desafortunados encuentros con las organizaciones, medios de comunicación y entidades como la policía o con el Instituto de Protección y Bienestar Animal (Idpyba), si alguna persona se acerca a estos lugares con demasiadas preguntas “todos los locales, dice Ricardo, comienzan a mirarlos de forma sospechosa. La sugerencia para evitar malos entendidos es no tomar fotos o hacer videos con celulares. Son las reglas planteadas por los comerciantes que sólo tienen un motivo específico: evitar que se presenten denuncias a partir de videos que muestran una problemática específica -el maltrato animal-”.

Los negociantes aseguran no tener miedo por la comercialización pues cumplen con lo que ordena la Ley. Pero en los últimos años han visto como la regulación y el tema de los animales ha cobrado importancia en la sociedad civil. Estos cambios en la Ley permitieron que al declarar a los animales “seres sintientes”, al interior del Código Civil, en el Artículo 566 y de la Ley 1774 del 2016, se abriera la puerta más grande para terminar el delito del maltrato animal, pues ahora es penado o sancionado, aseguró Juan Carlos Lozada en el primer Congreso Internacional de Colombia Libre de Maltrato Animal, y también creador de la Ley 1774 del 2016 y Representante a la Cámara por Bogotá.

La comercialización de perros y gatos un tema en construcción

Aunque los habitantes de la localidad de Chapinero ya estaban acostumbrados a vivir entre las diferentes marchas por parte de organizaciones sociales, los funcionarios del antiguo Zoonosis, Secretaría de Salud, Policía Ambiental y todos los habitantes de la zona sabían que era necesaria la intervención de una Ley que le permitirá a la Alcaldía regular las malas prácticas de comercialización.

Marcha de “Yo quiero Colombia sin Toreo y Bienestar Animal”. 1 de Octubre del 2017. Foto: Katherin Castro B.

El 26 de diciembre de 2016, al medio día, el anhelo de muchos animalistas se cumplió. Un grupo de 10 médicos veterinarios del Idpyba cruzaron la frontera de los establecimientos, y de los parámetros sanitarios, y pasaron a buscar el bienestar animal examinando clínicamente a todos los animales que estaban en los locales del sector. Más de 36 gatos y perros fueron aprehendidos en las tiendas de animales de la zona por parvo virus, baja corporal o simplemente eran neonatales porque no cumplían los 3 meses de edad, los cuales fueron puestos a disposición de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales UDCA para ser atendidos y recuperados por profesionales.

De las dos redadas que se realizaron en el 2016 “se dio en promedio de 50 a 60 animales aprehendidos. Estos efectivamente tenían condiciones de hacinamiento, baja corporal, ectoparásitos, enfermedades infectocontagiosas, con moquillo, parvo virus principalmente en perros”, dice Julián Torrino médico veterinario de Idpyba.

Marcha de “Yo quiero Colombia sin Toreo y Bienestar Animal”. 1 de Octubre del 2017. Foto: Katherin Castro B.

Para María Constanza Forero, Directora de la Federación de Entidades Defensoras de Animales y del Ambiente de Colombia (Fedamco), los programas que ha desarrollado el Idpyba se han ido articulando, pero de una forma muy tímida. “Para que un programa funcione tiene que ser masivo, permanente y temprano de lo contrario no hace efecto en lo que se intenta transformar”.

Por otro lado Julián Torrino asegura que el Idpyba está en un proceso de transición de los programas y que operativamente iniciaron en octubre del 2017, “a partir de ese momento y con la creación del instituto, lo que estamos procurando es, si bien, atender las denuncias que se generen por maltrato, por crueldad animal de los establecimientos; pues estamos trabajando en procesos de forma articulada, con otras entidades, como: Secretaría Distrital de Salud, Secretaría Distrital de Gobierno, Policía metropolitana de Bogotá, incluida la policía ambiental y ecológica. Para llevar a cabo una articulación interinstitucional y poder realizar operativos de gran impacto”.

Marcha de “Yo quiero Colombia sin Toreo y Bienestar Animal”. 1 de octubre del 2017. Foto: Katherin Castro B

De este modo las organizaciones sociales y la sociedad civil están muy atentas a la toma de decisiones que tendrán las instituciones. Según expresan, antes su lucha era para que se les considerara a los animales “seres sintientes” porque así se les puede exigir más bienestar animal. Ahora sus peticiones son dos: que se desarrollen programas permanentes para erradicar el maltrato animal en la comercialización y que se consolide el Conpes o se cree la normativa que regule y controle la reproducción y comercialización masiva de animales de raza.

Un futuro prometedor

Yerly Mozo, Asesora de convivencia y protección animal del Ministerio del Interior. Foto: Katherin Castro B.

“Existe una necesidad urgente de regular la crianza y venta de animales, porque eso es lo que nos está ocasionando el maltrato. No se trata de atacar a los veterinarios o compradores, tampoco se trata de atacar a las personas que con impotencia ven la realidad del maltrato animal en Colombia. Es buscar una salida para poder mejorar”, asegura Yerly Mozo, Asesora de convivencia y protección animal del Ministerio del Interior.

Ante la nueva regulación 1774 del 2016, las organizaciones no pierden la esperanza de un cambio en la comercialización de perros y gatos en Bogotá. Confiesan que no lo ven muy factible, porque, según ellos, en Colombia se ha demostrado que “donde hay plata de por medio no hay un sistema muy neutral y limpio”, pero a pesar de esto no dejan de soñar con ver materializada una normativa que regularice la comercialización de la fauna doméstica.

En este panorama de incredulidad, más allá de la creación de programas de educación, políticas públicas o la creación del Conpes, el primer desafío del Distrito con los establecimientos de comercio de animales de la Caracas, es crear un ambiente de confianza con los comerciantes de fauna doméstica ya que desde hace dos años se dejó de ver a los animales como un objeto y ahora se debe pensar como un “ser sintiente”, y por ende tienen derechos de bienestar animal en Colombia.

ABC